Adiós a una gran voz
Gilda Cárdenas.

Luis Trujillo | DIAaDIA

El mundo del espectáculo panameño está de luto. Hemos perdido a una de las mejores salomadoras y cantantes de la música típica: la macaraqueña Gilda Cárdenas, que desde pequeña estuvo en tarimas y durante los últimos 15 años fue la cantante de la agrupación los Plumas Negras.

Esta dama, nacida el 24 de agosto de 1955, debutó a los 12 años en el jardín "La Llave de Chilibre", en donde cantó el tema "Eneida Cedeño, homenaje". Esta presentación le abrió el camino al éxito, ya que desde entonces se dio a conocer, al punto que era considerada una de las mejores voces y salomadoras del patio, a la par de la famosa Leonidas Moreno, de la agrupación de Alfredo Escudero, que por coincidencias de la vida se presentarían anoche en El Suspiro de San Miguelito.

Gilda Cárdenas, quien dejó a cuatro hijos, tres varones (Alfredo, Ariel y José) y una mujer (Yariela), quien tiene el don de cantar, comenzó su carrera artística con la agrupación de Atilio González; luego, perteneció a los conjuntos de Ernesto Herrera, Gustavo Tejada y Manuel De Jesús Ábrego (padre); con este último, con quien solo se presentó en 4 oportunidades, dejó huellas.

"Eran inicios de los ‘80 y recuerdo que tocamos en Viento Frío, Colón. Fue su primer toque. Llegamos a ese lugar en bote, iba con miedo, pero llegamos", afirmó el Sr. Ábrego, quien también agregó que "Gilda era muy correteada por agrupaciones más cotizadas". "Se fue con una más famosa", concluyó.

Para el año 1989, Gilda ya pertenecía a los Plumas Negras cuando aún estaba con vida "El Tigre" Victorio Vergara (q.e.p.d), luego de que la propia Lucy Quintero, la voz femenina del grupo, le comunicó al director de la agrupación, Victorio, su intención de retirarse de las tarimas, debido a un problema con su voz. Fue la misma Lucy quien se encargó de recomendar a Gilda, ya que la había escuchado cuando cantaba con Ernesto Herrera. Desde aquel año hasta la fecha, Gilda había grabado con los Plumas Negras más de 15 Cd’s, uno por año.

HUMILDE Y JOCOSA

La sencillez, humildad y alegría de Gilda no se podían ocultar, bastaba con verla en los escenarios y se sabía que "nada la mataba". Tal como lo señaló Giselly Valdez, promotora de la agrupación.

"A pesar de que tenía 50 años, no le importaba el qué dirán. Recuerdo que le decíamos, Gilda, eso te queda apretado y ella nos decía: ‘a mí no me importa, a mí me gusta’", afirmó la promotora.

Declaraciones como esa también DIAaDIA las comprobó, ya que en una de las pocas entrevistas que dio a este diario, Gilda aseguró que no le importaba el qué dirán, pues vestida así se sentía bien. Otra de las cositas que recordamos es que nos confesó que no le gustaban los hombres viejos.

Gilda, a pesar de que fue muy famosa, nunca cambió; tanta era su sencillez, que no le importaba decir chistes donde sea.

CREADORA DE "EL TRAPICHE"

Su pasión era cantar, salomar, vestir y bailar, y eso se vio en cada una de sus presentaciones, donde su baile jugaba un papel importante, al punto que creó varios bailecitos, como "El trapiche", en el cual alzaba las manos y se meneaba toda.

HASTA LA MUERTE

Esta destacada mujer cumplió su sueño: cantar hasta el último día de su vida con los Plumas Negras, ya que luego de un toque partió tal como lo quería. Su último adiós, posiblemente, sea el martes en Las Tablas, Los Santos.

COLEGAS Y AMIGOS

Gilda siempre fue una gran dama de la música típica, se ganó el cariño y respeto de sus colegas.

Eso se vio a lo largo de su carrera artística, ya que compartió con otros grandes, entre ellos Ceferino Nieto, pues participó en el CD "Los 50 años de Ceferino Nieto", donde aportó su saloma en el tema "Quererte es mi tormento", el cual gustó mucho.

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