Atrás quedó el 2005. Las expectativas empiezan a rondar la cabeza de los panameños, que apuestan por un mejor 2006, con una mayor generación de empleos, más unidad familiar y menos violencia en el hogar. Que Dios nos ilumine a todos y nos colme de amor, salud y sabiduría. Lo demás, vendrá por añadidura.
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