Un padre y su hijo, vendedores de plátanos de la ciudad colombiana de Barranquilla, que fueron extraditados por error a Estados Unidos, celebraron con una fiesta su regreso al país. "Tengo mi conciencia limpia", dijo Gabriel Consuegra Arroyo, de 57 años, quien regresó a Barranquilla el fin de semana pasado, junto con su hijo Gabriel Consuegra Martínez.