Perseverante y soñador son los adjetivos que describen a Mario Abdiel Perea, un vendedor de hot dog.
Perea es oriundo de la ciudad capital, específicamente de Calidonia. Desde hace nueve años, Mario Abdiel vende hot dogs afuera del Hospital Santo Tomás y su decisión de iniciar el negocio de perros calientes fue porque el salario que ganaba en la empresa donde laboraba no le era suficiente para mantener a sus tres hijos.
Pese a que la situación está dura, Mario Abdiel mantiene el precio del hot dogs en 50 centésimos y hasta un combo de chicha con hot dog vale un dólar.
RUTINA DIARIA
Mario Abdiel se levanta todos los días a las 5 de la mañana a preparar las salchichas y cortar los vegetales, el vendedor hace un recorrido desde Calidonia hasta llegar al Santo Tomás. Se instala en el edificio de la maternidad hasta las 6 de la tarde y después se traslada hasta el cuarto de urgencias hasta las 9 de la noche. Irónicamente, el vendedor dijo que a esa hora, en urgencias, es cuando más vende por la cantidad de gente que llega, sobre todo en estas fechas.
TIENE UN SECRETO
Sus hot dogs no saben igual que los demás, porque su secreto es hervir las salchichas con buen punto de sal y un guiso que sólo él sabe hacer y que no reveló.
CONSEJO
Afirmó que ha sido difícil, pero no imposible buscar el sustento de esta forma, y aconseja a toda la juventud que tenga la iniciativa que él tuvo de comenzar un negocio y ayudar a su familia a echar para adelante.
FIEL CREYENTE
Mario Abdiel es devoto del Cristo de Atalaya y es el que le da la fuerza para seguir adelante.