Hola Moza: Tengo una pena en mi corazón que no sé cómo sacar.
Estuve por muchos años enamorada de un hombre con el que llevé una relación estable.
Aunque estábamos en edad de poder casarnos o unirnos, nunca se decidió porque siempre tenía una excusa.
Después de un tiempo, me dijo que ya no me quería, que conoció a otra persona, de eso hace seis meses.
Ahora descubro por una prima mía que va a casarse y hasta por la Iglesia con esa nueva novia.
Esa prima, la que me lo dijo lo de su boda, me llama todos los días para contarme pormenores. Yo quisiera que me dejara en paz y no me contara nada, porque es como si me metiera una daga de sal.
Lo que me tiene todavía más destruida es que él tuvo el descaro de llamarme para pedirme que estuviéramos una última vez, porque no ha olvidado las cosas que hacíamos juntos. Yo le cerré el teléfono y desde ese día ha insistido, ¿qué hago? le contesto o dejo todo así. Confundida
AMIGA
Ese hombre es lo más cínico que ha pasado por el planeta Tierra.
Él no te quiere a ti ni a esa joven, él sólo quiere vivir para satisfacer sus deseos.
No le aceptes las llamadas, porque como estás vulnerable, puedes caer en sus brazos y después te sentirás peor.
Él, tarde o temprano, recibirá su merecido, porque no se puede andar por el mundo engañando sin misericordia a mujeres buenas.
Permítete llorar para que saques esa pena del alma y si sientes que no puedes sola, busca ayuda profesional. Esto te guiarán hacia el camino de tu sanidad interior.
Con el tiempo, sé que superarás este dolor y encontrarás un hombre que de verdad que valore y respete tus sentimientos.
Aunque no lo creas, fuiste tú la que ganaste con su partida, porque pudiste conocer que era un lobo con piel de oveja, que nunca te haría feliz.
