Las desgracias no dejan a Chepo. Rostros hinchados de llorar y lamentaciones fue lo que se observó y escuchó ayer en el puerto de Coquira, luego de que cinco miembros de una familia murieran ahogados tras caer al río Bayano.

Todo ocurrió a eso de las 7:00 p.m. del jueves cuando la embarcación Keysi, en donde viajaban 14 personas rumbo a Chinina, naufragó.

Al parecer, la nave chocó contra un cable de acero que atravesaba el río Bayano y que fue colocado por una empresa procesadora de pescado, esto hizo que la lancha se volteara.

"¡Crescencio, una soga!", gritaron algunos tripulantes, pero era muy tarde, pues la cabina de la embarcación se desprendió y se volteó. Algunas personas lograron salir, pero Braulia Ortega, de 40 años, Abdiel Crescencio, de 11 meses y Keysi Pino, de nueve años, fallecieron ahogados en medio de la oscuridad, mientras que los cadáveres de Crescencio Pino y Luis Antonio Pino, de nueve años, no han sido encontrados por los miembros del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc).

La familia Pino había ido a la ciudad para hacer las compras para la celebración del Año Nuevo, pero la vida le dio un revés y en cuestión de minutos sus sueños fueron truncados.

¡Ay Dios mío, por qué!, ¡qué dolor! eran las lamentaciones de los dolidos familiares, destrozados por la desgracia, incluso algunas damas fueron trasladadas al hospital por su estado.

BUSCAN RESPONSABLES

Miembros de la familia Pino acusaron a la empresa de tener la culpa, pues no tenían por qué tener ese cable de acero en medio del río. Además de que tienen enormes barcos y en la noche no están ni iluminados, lo que representa un peligro para los navegantes.

DÍAaDÍA se acercó para hablar con los administradores, sin embargo, el guardia de seguridad manifestó que no había quién atendiera la solicitud.

TRISTEZA

Quien llegaba al puerto de Coquira se condolía de ver a las personas llorar.

Los tres primeros cuerpos fueron hallados dos horas después de la tragedia.