Este es un artículo de reflexión de nuevo año...


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Redacci? - DIAaDIA

¿Cómo dejar de tener preocupaciones y reducir el estrés en el Nuevo Año?

Esta pregunta la he escuchado muchas veces, tanto dentro de la terapia individual como en la grupal. En este nuevo año voy a compartir con ustedes una de las tantas maneras de mejorar nuestro manejo relacional.

Las personas sufren, entre otras cosas, por su dificultad en poner límites en sus relaciones. Se entrometen en la vida de otros y permiten que otros se metan en sus vidas. Sufren porque los demás no se comportan como esperan o porque no actúan como los demás esperan de ellos. En resumen, es un problema de límites en las relaciones. Se piensa que no se puede ser feliz si los seres queridos tienen problemas, abusan de alcohol o drogas, son infieles o no tienen el estilo de vida que se anhela (porque es el que en el fondo los demás consideran es el mejor). Se vive dependiendo de la felicidad de otros; al final es un problema de límites.

Un límite se define como que tan cerca podemos estar, de manera cómoda, en una relación. Los límites físicos son más fáciles de identificar. Una persona sana no permite que la toquen si no lo desea, es capaz de mantener el contacto visual con los demás o rechazarlo si no le agrada, no deja que usen su ropa o sus cosas sin su permiso. No permite que otros controlen su tiempo. Tampoco infringe los límites físicos de los otros, respetándolos en esas áreas.

Los límites mentales o emocionales son mucho más difíciles de establecer. Los demás se sienten en derecho de cuestionar creencias, decisiones, pensamientos e ideas, rompiendo los límites emocionales, siendo intrusos en nuestra vida interior, y, si se les permite, generando baja autoestima. El mundo interior de cada persona incluye, además, deseos, necesidades, fantasías, sueños e ideales, que no siempre van a ser consistentes con las expectativas de los otros. Y a veces somos nosotros los irrespetuosos con los límites emocionales de otros, cuando deseamos que nuestros hijos, esposos, u otras personas significativas hagan lo que creemos que es mejor para ellos, sin analizar que son capaces de tomar sus propias decisiones y cometer sus propios errores.

Los límites espirituales también generan crisis en las relaciones. Qué religión se practica, cómo se practica, con qué frecuencia y de qué forma, qué debiera ser importante para el otro.

Pareciera que todos se sienten con derecho de opinar en la vida individual y a veces es uno el que, de forma irrespetuosa, se mete a opinar “con buena fe”, pero pésimos resultados, lesionando al otro al irrespetarlo como individuo.

A todo esto se ha llamado codependencia y es un síndrome que genera mucho sufrimiento. Fue descrito primero en familiares de personas con adicciones, pero se ha demostrado que se presenta en cualquier relación en la que no haya límites claros.

Entonces, en este nuevo año debemos evaluar cómo nos relacionamos con los demás, si respetamos sus límites y ellos los nuestros, para alcanzar una interacción más definida, con límites más claros. Es una oportunidad para desarrollar relaciones más sanas, basadas en el respeto al ser humano. ¡Feliz año 2012!

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