Apagaron las luces y las del arbolito, luego de una noche de festejo en familia, y se acostaron.
Dormían plácidamente el primer día del 2006, pero a eso de las tres de la madrugada, el calor y el humo los despertó. Al abrir los ojos, horrorizados, vieron cómo las llamas devoraban su hogar. Cerca de doce personas, entre hijos y nietos, se encontraban esa noche en casa de Luz Graciela Acevedo, quien había reunido a su familia para celebrar el Año Nuevo, en su casa ubicada en la Circunvalación B de Cerro Viento.
Aunque aún no se sabe la razón del incendio, el fuego se inició justamente en el cuarto de Luz y su esposo Luis Walter, quien está enfermo, y al no poder moverse fácilmente, tuvo que ser ayudado por Luz para poder salir.
De acuerdo con la familia, antes de acostarse habían apagado todo. Afortunadamente, todos se encuentran bien de salud, a excepción del señor Luis, quien sufrió quemaduras en una de las piernas.
Según vecinos, también afectados, a pesar de la oportuna asistencia de los Bomberos, no fue mucho lo que se pudo hacer, pues el incendio fue tan intenso que arrasó con todo en cuestión de minutos.
Luego de haber llevado a su esposo al hospital para que recibiera atención médica, Luz volvió a lo que era su hogar. Todo estaba casi en cenizas. Aproximándose el mediodía, Luz no había podido dormir y la encontramos sentada en una silla en la esquina de su casa, vigilando cómo sacaban los restos de sus pertenencias. "Sólo me queda pasar la noche en casa de uno de sus hijos", dijo con evidente tristeza.
RECLUIDO
Tuvo que dejar a su esposo en el hospital para que lo atendieran bien, pues desde antes se encontraba enfermo.
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