Chávez y los familiares de los rehenes. (Foto: EFE)
Colombia
| EFE
Los colombianos mantienen la esperanza de que el intercambio humanitario de 45 secuestrados de las FARC por guerrilleros presos se concrete en el año que comenzó ayer, pese a la evidente decepción que se produjo en la agonía de 2007 por el aplazamiento de la entrega de tres cautivos.
El epílogo feliz que el presidente venezolano, Hugo Chávez, había pronosticado para el caso de Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Emmanuel, que las FARC prometieron liberar el mes pasado, quedó para 2008 por la decisión de la guerrilla de suspender la operación de entrega alegando "intensos operativos" militares que comprometían su seguridad y la de los cautivos.
En tanto, Iván Rojas, hermano de Clara, se mantiene con su madre en Venezuela hasta regresar con los tres rehenes.