Querida Moza, esto que le contaré es muy penoso para mí, debido a que soy una mujer que siempre se ha manejado bien ante las personas.
Tengo 50 años, vivo con un hombre muy bueno con quien tuve tres lindos hijos. Ellos me salieron muy buenos, estudiosos y trabajadores y buena gente.
Hasta allí todo bien, lo malo empezó cuando me fijé en el mejor amigo de mi segundo hijo. Ellos son amigos desde que estaban en kínder y he visto crecer a ese muchacho.
Moza, esa atracción empezó cuando este chico comenzó a quedarse en la casa, se ponía pantaloncitos, el torso siempre lo tenía al descubierto y me hablaba de una manera muy romántica. Eso me derritió y me encendió el gusanito del amor.
Moza, estoy pasándola mal, porque no quiero traicionar a mi esposo que es un hombre que se ha portado muy bien conmigo toda la vida.
Lo peor de todo es que ese chico sabe de mis sentimientos y ahora va a cada rato a la casa. Mi hijo no sabe nada del asunto y no quiero que se entere, pues puede terminar su bonita amistad con ese chico.
Dígame, señora Moza, cómo debo manejarme para no hacerle daño ni a mi familia ni a él. Carmen
ESTIMADA CARMEN
Estás jugando con fuego y te puedes quemar. Tienes que tener mucho cuidado con lo que estás haciendo, porque te puede costar tu familia. Ten presente que lo más valioso que posees son tus hijos y tu esposo y no vale la pena que se dañe esa relación por caprichos tuyos.
Es hora de que pongas de tu parte y comiences a sacarte de la cabeza esos pensamientos de una vez, estás a punto de quedarte sin nada y provocar que tu hijo pierda su amistad.
Te sugiero que evites a ese muchacho. Cada vez que él llega a tu casa inventa algo para no verlo, por otro lado, creo que debes hablar con tu hijo y decirle que le diga a ese chico que en tu hogar no esté sin ropa, eso es una falta de respeto.
Creo que la solución está en tus manos y lo sabes bien. Olvídate de ese chico ya.