Veintisiete familias, que residían en el inmueble 10, 133 de la Calle 11 y Herrera, que fue consumido por un incendio el pasado 8 de diciembre, esperan que se agilicen las respuestas habitacionales.

Ana Rosa Arroyo, una de las moradoras, dijo que algunas familias han podido quedarse con familiares, pero no todos cuentan con ese apoyo.

Señaló que, a pesar del albergue que les ofrecen, todos necesitan ser reubicados, pero no se pueden quejar de la atención de las autoridades en Colón que han estado pendiente de la condición en que se encuentran.

El director regional del Ministerio de la Vivienda, Francisco Guevara, dijo que entienden la condición de estas familias, pero también hay que reconocer que hay mucha necesidad de otras que se inundaron recientemente.