La iglesia católica salvadoreña pidió al gobierno y a la sociedad trabajar para superar los altos índices de pobreza, violencia y corrupción que existen en El Salvador y resolver los problemas mediante el diálogo. El obispo auxiliar, Gregorio Rosa Chávez, expresó que "si no fuera por la fuerza de la fe cristiana, el país estaría sumido casi en la desesperación".