Edificios en ruinas, aceras destrozadas, orates, basura y aguas negras son algunos de los detalles negativos que se pueden encontrar en el área cercana a dos de los hospitales más importantes de Panamá: el Hospital del Niño y el Santo Tomás. A lo largo de toda la Avenida Justo Arosemena, hay edificios deshabitados, no tan viejos, que han sido desvalijados por orates, quienes también han hecho de ellos su morada y basurero. Igualmente, las aceras de acceso a ambos hospitales son trampas para peatones y pacientes, pues las raíces de los árboles las han destruido. Incluso, más cerca de los mismos hospitales se encuentran pequeños pozos de aguas negras y rumos de basura.

Respecto a los edificios en descuido, la Alcaldía de Panamá sostiene que mantiene una normativa que establece que los propietarios de éstos deben mantener su propiedad tapiada, y limpia, sin malezas ni basura, de lo contrario, podrían imponerse multas. Respecto a la basura, hay que concienciar a los ciudadanos, pues no tienen reparo en tirarla donde sea.

DESCUIDO

Estructuras abandonadas son usadas por los orates para hacer sus necesidades. La basura y los malos olores no se soportan.