HISTORIA
Vive sin pereza

Redacción | DIAaDIA

Érase un principito que no quería estudiar. Una noche, después de haber sido regañado por su pereza, exclamó:

- ¡Ay! ¿Cuándo seré mayor para hacer lo que me apetezca?

Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz:

- Trátame con cuidado, príncipe. Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo se irá soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado, no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven.

El príncipe, para cerciorarse, tiró con ímpetu del hilo y se encontró convertido en un apuesto príncipe. Tiro un poco más y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un nuevo tironcito, salió una bellísima joven y cuatro niños rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, siguió soltando más hilo para saber cómo serian sus hijos de mayores.

De pronto se miró al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asustó de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. Desesperadamente, intentó enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo. Entonces la débil vocecilla que ya conocía, habló así:

Has desperdiciado tontamente tu existencia. Has sido un perezoso al pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer el trabajo de todos los días.

El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin hacer nada de provecho. ¿Cuántos no pasamos la vida de la misma manera?

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados