Una lección inolvidable. El pasado 16 de diciembre, Juan estaba afuera de su casa en el área de San Joaquín cuando, de repente, le cayó una bombita dentro del suéter.
Juan es uno de los 8 pacientes que está recluido en la sala de quemados del Hospital del Niño (HN) y quien fue víctima de los fuegos artificiales durante las fiestas de fin de año.
El joven, de 14 años, presenta quemaduras en las manos, cara y tórax.
"Con esto que me pasó, ya sé que no tengo que estar cerca cuando tiren bombitas", dijo Juan.
MAS CASOS
Los dos últimos casos atendidos por quemaduras, a causa de elementos pirotécnicos, fueron los de un niño de 9 y otro de 11 años.
Los otros seis casos se dieron antes y durante la Navidad. Todos los afectados son varones y están estables.
Hasta ayer, sólo a dos se les había dado de alta.
TRATAMIENTOS
Aunque el costo de los tratamientos para la recuperación física de los niños quemados es elevado, la afectación social es más grave por las repercusiones psicológicas, manifestó el director general del HN, Alberto Bissot.
Las próximas fiestas donde se registran casos de niños con quemaduras es en los carnavales, por lo que Bissot aconsejó a los padres poner más cuidado a sus hijos.
HASTA EL TOPE
La sala de quemados del HN está llena, por lo que algunos están recluidos en la de cuidados intensivos.
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