El eterno problema de los usuarios del transporte selectivo, es escuchar la estruendosa voz de un taxista diciendo: "no voy". Antes se pensaba que los conductores de taxis no querían ir a lugares distantes por el aumento del combustible, los tranques, en fin, pero esto ha cambiado y aún ellos se niegan a llevar a los pasajeros a lugares cortos. Ahora los usuarios se preguntan: ¿Para dónde quieren ir? Al parecer, los taxistas no han entendido que, aunque los autos son de ellos, están prestando un servicio; de lo contrario, que los estacionen en sus garajes.
Las autoridades deben parar esta mala práctica.
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