[
Imprimir]


HISTORIAS
Dame tus pecados

Redacción | DIAaDIA

San Jerónimo era un romano de los primeros siglos de la Iglesia. Un hombre entusiasta de los libros, que un día se dio cuenta que estaba gastando la vida en cartuchos que no apuntaban a nada.

Tomó en serio su cristianismo y aunque tenía un carácter de mil demonios, le decía al Señor: "Miserere mei domine quia dátmata sum" (Perdóname Señor, soy Yugoslavo)... Él mismo se reconocía de carácter fuerte.

Se hizo monje y pasó una cuaresma de penitencias: ayuno, vigilias, nostalgias, ansiedades. El Viernes Santo a las 3: 00 p.m., hora en que murió el Señor, había puesto una cruz de palo grande en un arbolito y tuvo una visión: vio al Señor Jesús en la agonía de la cruz...

Se le acercó y Jesús le dijo: "-¡Jerónimo! ¡Mira cómo estoy por vos!- Y Jerónimo le contestó: -Sí, Señor, por eso vine.-"

-Jerónimo, "¿qué serías capaz de darme para que me ayude en el momento?-"

Y Jerónimo le dijo: "-Señor, no sé, te doy mis ayunos, mis penitencias, mis noches sin dormir, todo lo que hice en esta Cuaresma.-" Le habló Jesús: "-Sois un buen muchacho. Pero comprende que eso en este momento no me ayuda para nada."

"-Y, no sé, Señor, te regalo la nostalgia de todo lo que dejé allá en Roma, mis amigos, familia, el hogar que no hice.-"

"-Gracias Jerónimo. Sois un buen "muchacho, pero comprende que a mí en este momento... ¿De qué me sirve?-"

-No sé, Señor, te regalo todo lo que me espera en la vida. Me pongo a tu disposición para lo que sea".

"-Está bien, gracias. Pero en este momento, que yo necesito algo de vos ¿qué serías capaz de darme?"

Y Jerónimo dijo: "-Señor, no sé qué es lo que vos quisieras en este momento".

Entonces, Jesús lo miró y le dijo: "-Jerónimo, dame tus pecados para no morir a disgusto-".





Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2008 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados