Desaparecen. La industria del calzado ha evolucionado tanto, que ahora se consiguen zapatos a bajo costo, que cuando se dañan, las personas se compran otros y dejan atrás esa costumbre de repararlos. Neri Valdivia, con 30 años de ejercer la profesión de zapatero, manifiesta que antes algunas personas mandaban a hacer sus calzados o los compraban en las zapaterías artesanales. Ahora, existen excepciones, como aquellas personas que tienen el pie grande y no encuentran calzados de su talla. También para aquellos que requieren un calzado especial.
Además, explica Valdivia, a estos zapatos muchas veces no vale la pena hacerles reparaciones, porque para las personas no es rentable. Sin embargo, en los calzados de mujer se les puede alargar el tiempo de uso, si están bien cuidadas las chapitas.
Los zapatos de cuero, que son un poco más costosos, son los que con frecuencia se reparan o se les hace cambio de color.
A pesar de esta revolución en la industria del calzado, Valdivia dijo de manera optimista, que el negocio no es malo y da para vivir cómodamente. Reconoció que aún existen muchas personas que requieren de los servicios de reparación de las suelas o las chapitas.
La clave es dar un buen servicio y realizar un buen trabajo, porque de esta manera los clientes siempre regresarán. En especial, aquellos que compran zapatos de cuero, que es más rentable repararlos que comprar uno nuevo, agregó el zapatero.
La Vereda es el nombre de la zapatería de Valdivia, que está ubicada en la Gran Estación de San Miguelito, y se dedican específicamente a la reparación de calzados.
Precios asequibles
Si desea pintarlos para cambiar el color o retocarlos, el costo es de B/6.00 a B/8.00.
Usted pagará B/2.00 por el cambio de las chapitas de los zapatos de las damas.
El precio por el trabajo de pegar suela y coserla es de B/4.00 a B/5.00.
También se cobra de B/1.00 a B/1.75 por darle acabados al calzado, para que no se vea tan maltratado.