Colocarse un piercing en cualquier lugar del cuerpo es la moda, sobre todo los corporales, por eso hoy le diremos cómo limpiarlo para evitar infecciones durante las 8 primeras semanas.
Simplemente hay que enjabonarse la mano con un jabón neutro y lavar cuidadosamente el piercing, incluyendo el área alrededor del mismo. Después, se humedece suavemente cualquier costra que pueda haberse formado y se procede a removerla para después rotar el aro, de manera que entre el jabón. Al enjuagar, se rota nuevamente para que salga todo el jabón, y una vez finalizada la operación, se aplica el líquido recomendado por el perforador. Hágalo con agua tibia salada para calmar las molestias.
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