Para él no existen los "peros". Sencillamente, no ve los obstáculos en su camino. Juan Carlos Argüello, de 29 años, es un panameño que sólo piensa en triunfos.
Y es que este vendedor de hot dog con chile y chicha a sólo 50 centavos, empezó siendo salonero, donde se ganó el aprecio de muchas personas por su atención y buen trato al público.
En el negocio, comenzó con una carretilla, donde deambuló por varios lugares de la capital y ahora tiene un panel, que lo ubica en una esquina de La Cuchilla de Calidonia.
Pero no es conformista, siempre aspira a más. "Ahora voy por la carretilla, hermano", decía este ágil caballero mientras lo entrevistábamos, a la vez atendía y pregonaba: "llegaron los originales, hot dog con chile, con picante y sin picante; si no le gusta, no lo paga".
Considera que Panamá es un país maravilloso, donde hay muchas oportunidades, sólo hay que buscar los medios e ingeniárselas, no quedarse de brazos cruzados.
NO SE ATREVEN
"La gente es penosa para este trabajo, pero sólo hay que tener voluntad para hacer las cosas bien", indicó Juan Carlos. Su mensaje a los panameños para este 2006 es que intenten hacer todo bien. "Si piensas que eres un pobre, pobre te quedarás, pero si piensas que puedes triunfar, lo lograrás", manifestó.
Con este trabajo, mantiene a su familia. Su esposa e hijo le ayudan para salir juntos adelante. Labora de domingo a domingo, de 9 de la mañana a 10 de la noche. A veces, los días muertos los toma para descansar. Ya son 4 años en este negocio y todavía tiene energías; pero, sobre todo, mucho ánimo para seguir superándose.
PASATIEMPOS
En sus ratos libres, le dedica tiempo a su familia. Además, es voluntario de la Cruz Roja Panameña.
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