Un comedor para indigentes, que a su vez sirve de albergue y de Centro de Rehabilitación para adictos, está confrontando serios problemas. Este comedor, que nació hace 18 meses de un grupo de pastores de las Asambleas de Dios, actualmente no recibe dinero del Estado, pese a que aseguran que se han dirigido a la Alcaldía capitalina en varias ocasiones.
Aldo García, director de la Fundación Dios Proveerá, ubicada en Avenida México, Calle 29, expresó que solamente reciben colaboración de empresas privadas, dinero con el que pagan el alquiler y las otras deudas; compran la comida que, por lo general, no pasa de arroz con tuna, huevos, hígado y frijoles, pero aun así, quienes gozan de este alimento agradecen enormemente a Dios por el pan diario, pues muchos aseguran que antes no gozaban ni de eso.
Otro alimento edificante es la Palabra del Señor, que se lee antes de cada comida. Muchos de los indigentes aseguran que ha sido el sustento para dejar atrás los malos ratos y tratar de empezar de cero, cosa que afirman es difícil, pero nunca imposible.
URGE
Es necesario un extractor de grasa, además, necesitan más camas y que el Gobierno aporte su grano de arena.
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