
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Su llanto era calmado por unidades de la Policía Nacional.
Fotos: ERICK BARRIOS
Con gritos y rogando a Dios que su esposo no estuviera muerto, llegó Michell Pérez a San Antonio, donde ocurrió un accidente de tránsito.
Michell se arrodilló frente al taxi con la esperanza de que el cuerpo tapado no fuera el de Eduardo Denver Romero, pero al levantar la sábana que lo cubría, solo gritó "Dios mío, mi esposo no", entonces fue levantada por miembros de la Policía Nacional.
Sentada en la acera, frente a la bomba de gasolina, donde ocurrió el accidente, Michell dijo a DIAaDIA que estaba esperando a Eduardo, quien le había dicho que la llevaría a pasear, pero notó extraño cuando pasadas las 9:00 de la mañana no llegaba, pues él era muy puntual. Solo bastó una llamada para que su mal presentimiento se cumpliera, fue su primo quien pasaba por el lugar del accidente y le avisó de la terrible noticia.
"Teníamos muchos planes, todavía no vivíamos juntos, estábamos por sacar una casa", expresó con sus incansables gritos y lágrimas Michell, quien vio marchar a su amado en el carro fúnebre del Ministerio de Público.