
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
Prefieren los mercados que las tiendas.
Fotos: BRENDA DUCREUX
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
Prefieren los mercados que las tiendas.
Fotos: BRENDA DUCREUX
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
Prefieren los mercados que las tiendas.
Fotos: BRENDA DUCREUX
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
Prefieren los mercados que las tiendas.
Fotos: BRENDA DUCREUX
“Siempre vengo con mi mamá desde Capira, porque compramos por cantidad y elegimos lo que queremos no como en otros lugares”.
Suri Gutierrez
Prefieren los mercados que las tiendas.
Fotos: BRENDA DUCREUX
El Mercado de Abasto del distrito de La Chorrera se ha convertido en el preferido de muchas personas que día a día se dan cita a este lugar para la compra de frutas, vegetales y producto secos.
El mercado inició su funcionamiento en 1993 para ser un mercado por mayorista, y luego por su amplia demanda, quedó siendo también minorista, como actualmente está.
En el lugar hay 71 arrendatarios, quienes siempre les brindan mejor calidad de productos a los consumidores. Los alimentos provienen del interior de la república, donde todos los días ingresan los camiones para dejar el producto a cada vendedor, y así ofrecer un buen servicio a los consumidores.
Cornelio Chacón, uno de los pioneros del mercado, cuenta que estos productos se les venden baratos a la clientela, cuando se tiene por abundancia, pero cuando el precio sube, lamentablemente les costará un poco más.
“A pesar de que los productos son como la marea, es decir bajan y suben, a las personas no les molesta, pues prefieren venir aquí, que estar comprando por poco y a un alto precio en las tiendas o supermercados”, sostuvo.
En el lugar, no solo tienen puestos de legumbres, pues hay puestos de artesanías y modistería. Abraham González, administrador del mercado, dijo que reubicará a los arrendatarios a un mercado provisional, el cual queda a un costado del actual, hasta que el proyecto de la cadena de frío sea terminado.