Pasaron las fiestas navideñas, y a los jóvenes que tienen como meta ingresar a la universidad, sólo les quedan dos semanas para presentar las pruebas que exigen para poder ingresar a este centro.
Estudiar sin un plan de estudio es tan ineficaz, como un libro con las páginas desordenadas o una bicicleta con las piezas descolocadas. Estas son algunas propuestas:
Elabore un horario fijo, escrito, en el que distribuya el tiempo de estudio según las materias. Su primer logro será empezar a estudiar en la hora prevista, ni un minuto antes ni uno después. Organice su tiempo de estudio. Una vez que ha conseguido sentarse delante de los libros a la hora fijada, deberá organizar un plan de trabajo diario, claro y sencillo para saber en cada momento lo que va a hacer. Las agendas ayudan mucho. Ante todo, no se quede en la teoría. Lo más importante de un plan de trabajo es cumplirlo siempre, una excelente planificación que no se cumple no sirve para nada. No deje todo para el último momento ni intente preparar un examen en uno o dos días. Recuerde hacer descansos cada dos horas para relajar la mente. No se distraiga por las visitas que lleguen a su casa. No conteste el teléfono. No rompa su disciplina diaria de estudio, dejándose convencer por los amigos.
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