Es difícil para los niños mantenerse sin comer por largos períodos de tiempo; esto es porque sus estómagos son pequeños y no pueden contener mucha comida.
Comidas pequeñas, normalmente llamadas meriendas, pueden ayudar a disminuir el hambre de su niño, además, se deben tener en cuenta otras características como:
Una merienda nutritiva debe contener nutrientes, tales como vitaminas, calcio y hierro. Planee las meriendas de acuerdo con el horario de comidas regulares. Ponga límites en la cantidad de comidas dulces y grasas que serán consumidas. Considere el número de calorías que una merienda provee en el valor total diario. Procure que los alimentos estén bien conservados, para que el niño no corra peligro de enfermarse.
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