Éste es el nombre que se ha ganado a pulso entre sus vecinos del barrio de San José, en San Miguelito, doña Ruby. Esta ingeniosa señora comentó que "cuando hice mi primera cartera no sabía lo que estaba haciendo".

"Usando mi imaginación y encomendándome a Dios, aprendí este oficio, que me deja buenas ganancias para ayudar a mi esposo con los gastos del hogar", acotó.

Los precios de las carteras son muy económicos, por lo que son muy apreciadas por los clientes de doña Ruby. Pero su tiempo lo combina con otras actividades, como hacer tamales, pan, dulces de frutas, tembleques, butacas y muchas cosas más. No en vano sus hijos la llaman: la "McGiver" del hogar.

A pesar de que sus hijos ya son adultos, esta incansable señora no para de trabajar y recomienda a esas personas que viven quejándose de la falta de empleo en el país, que busquen, porque "el que busca encuentra".

Con 38 años de matrimonio y cuatro hijos profesionales, doña Ruby es una panameña que no desmaya y a diario lucha para salir adelante, a pesar de las piedras que encuentra en su camino.

SU LEMA

Para hacer las cosas bien, hay que encomendarse a Dios. Ese es el pensamiento de Doña Ruby.