Lizz Marie llegó al mundo el 25 de noviembre del 2008. Es la alegría del hogar de los recién casados Ángela y Manoel, pero esa alegría se empañó el día que el doctor le dijo a la joven pareja que la niña tenía una cardiopatía congénita del tipo de la atresia tricuspídea con comunicación interventricular amplia, es decir, un soplo en el corazón.

Ángela dijo que durante el embarazo no presentó ninguna anomalía, por eso no se esperaban el diagnóstico. Y es que el doctor explicó que la niña necesita tres operaciones. La primera debe hacerse entre los 4 y 6 meses, que es la etapa inicial de crecimiento, de lo contrario, la bebé tendrá un daño en el funcionamiento de sus pulmones.

La segunda operación debe ser a los ocho meses y la tercera antes de los dos años. Si las tres se hacen, la niña podrá seguir viviendo.

La preocupación de los padres de Lizz es que la operación no puede esperar y cada una cuesta 100 mil balboas, dinero que, a pesar de que trabajan, no tienen. Pese a este diagnóstico, Ángela y Manoel disfrutan día a día de su pequeño retoño, afirman que la niña come bien, duerme tranquila y es muy risueña.

Manoel no le quitaba lo ojos de encima a su niña, quien estaba acostadita en el sillón. Él contó que está enamorado de ella y hará lo que sea para que se cure. Esta pareja no pierde las esperanzas y como dos guerreros lucharán para salvar a su Lizz Marie.

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