Viven en la pobreza


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La familia entera duerme en camas hechas con palo, porque no tienen para más. Foto: Melquiades Vásquez

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    La familia entera duerme en camas hechas con palo, porque no tienen para más. Foto: Melquiades Vásquez

  • Viven en la pobreza

    Comparten la letrina y un baño improvisado con otras familias.

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    Comparten la letrina y un baño improvisado con otras familias.

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    La familia entera duerme en camas hechas con palo, porque no tienen para más. Foto: Melquiades Vásquez

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    Comparten la letrina y un baño improvisado con otras familias.

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    La familia entera duerme en camas hechas con palo, porque no tienen para más. Foto: Melquiades Vásquez

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    Comparten la letrina y un baño improvisado con otras familias.

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    La familia entera duerme en camas hechas con palo, porque no tienen para más. Foto: Melquiades Vásquez

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    Comparten la letrina y un baño improvisado con otras familias.

Melquiades Vásquez A. / Veraguas - DIAaDIA

El año 2012 comenzó, pero para muchas familias pobres del interior del país, este nuevo año no ha traído nada nuevo. Una de esas es la familia de la indígena Felicia Carpintero, quien vive en condiciones infrahumanas en la barriada La Soledad, ubicada en la ciudad de Santiago.

Los anhelos y esperanzas de esta humilde madre para este año, que apenas se inicia, están puestos en poder llegar a tener los recursos necesarios para ofrecerles a sus siete hijos, comida y una casa decorosa.

La vivienda es de zinc viejo, lata y madera, piso de tierra, comparten entre varias familias una letrina y un baño, en el que el agua llega de manera esporádica, y está forrado de algunos pedazos de tela inservible; a lo interno de la humilde casa, todos duermen en camas de palos.

Muy triste, Felicia narró los sufrimientos que ella y su familia pasan por no contar con una vivienda apropiada. ”A pesar de que mi esposo trabaja en una panadería, su salario no nos alcanza para los gastos que tenemos y menos para comprar una casa“.

En la Navidad y Año Nuevo que acaban de pasar, mis hijos no tuvieron juguetes, tampoco hubo cena familiar, y todo por falta de recursos económicos, agregó.

La tristeza reflejada en el rostro de Felicia se debía a que no había nada en la paila para cocinarles a sus niños.

Con sacrificio, su esposo intenta, desde hace varios años, cancelar un lote de terreno ubicado en ese sector donde viven en La Soledad, pero debido al encarecimiento de la canasta básica, aún no termina.

Esta humilde familia requiere pagar la totalidad de la deuda para que le entreguen los documentos de propiedad del terreno, y así intentar conseguir ayuda a través del Ministerio de Vivienda, para una solución habitacional.

Debido a las condiciones de esta familia y tras una llamada telefónica anónima, se presentaron a la casa de Felicia, Fátima Agrazal del Programa de Ayuda Nacional (PAN) de Veraguas, y el representante del corregimiento de Canto del Llano, Gaspar Núñez, quienes le entregaron una ayuda provisional (bolsas de comida). Tanto Agrazal como Núñez se comprometieron a levantar un informe social para intentar ayudar a esta humilde familia que necesita ser apoyada.

Agrazal, del PAN de Veraguas, sostuvo que el problema económico que enfrenta Felicia y su familia se refleja en los niños, los cuales, al parecer, están mal nutridos, por lo que trabajadoras sociales evaluarán las condiciones de esta familia para gestionar con las instituciones pertinentes, algún tipo de ayuda gubernamental.

 
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