Ay amiga Moza, espero que te encuentres bien. No sé cómo empezar, pero realmente estoy confundida.

Mira, hace unos días me encontré con un amigo de la universidad, siempre nos habíamos sentido atraídos, pero no nos atrevíamos a revelar lo que sentíamos; por un lado, él era casado, al igual que yo; además, su esposa esperaba un bebé y yo no quería destruir esa relación. Yo me divorcié.

Siempre lo aconsejaba, le pedía que le tuviera paciencia a ella, que recordara las cosas lindas que habían vivido; pero no, él insistía, me decía que se estaba enamorando de mí.

El punto es que nunca le hice caso, un buen día me cansé y le dije que no quería ser más su amiga y no lo vi más.

Han pasado tres años y resulta que por cosas del destino nos volvimos a ver. Le di mi número de celular e inmediatamente me llamó para decirme que no me ha olvidado.

Ya arreglamos una cita para encontrarnos, estoy un poco asustada, espero tu consejo. Se despide, Vero.

Lo que está para el micho, no se lo come el perro

Mira Vero, si el destino tuyo es tener algo con ese amigo, sé que para ti es un problema que él sea casado, sólo te aconsejo que tengas cuidado, la mayoría de los hombres son picaflor y puede que desee tener una amante.

Ya que te atreviste a concertar una cita, te sugiero que le pongas todas las cosas bien en claro; además, hazle saber que si has esperado tanto no estás dispuesta a ser amante de nadie, aunque te guste mucho, porque no serías feliz nunca.

Si te es posible, averigua con alguien cómo es la vida matrimonial de él para que sepas qué terreno pisas. Quizás te proponga que andes con él con la excusa de que pronto dejará a su esposa, por favor, no caigas en esa trampa. Los hombres, aunque no sean felices en sus relaciones, no se atreven a alejarse del hogar que tienen, porque son muy inseguros y piensan que ya no van a encontrar a otra que les haga todo. Sé una mujer segura e inteligente y no te dejes de nadie. ¡Suerte!