Unos 27 mil pollos de la finca de la familia Sofer, en Santa Clara de Antón, murieron a causa de que una falla eléctrica dejó sin energía el lugar donde se criaban los animales.
Según informes, los pollos se asfixiaron, ya que vivían en un ambiente controlado con aire acondicionado.
Las autoridades de Salud realizaron una inspección en el área para determinar el tratamiento que se les da a los animales, pues consideran que no se pueden arrojar en el vertedero, debido a que podría afectar la salud pública.
Los pollos podrían ser incinerados o enterrados para evitar los malos olores.