No creen en nadie. Para muchos es una sorpresa, pero es cierto que la selección de Bocas del Toro ha mostrado su superioridad en los tres encuentros que ha ganado en el Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil. El equipo se mantiene invicto, es líder del torneo y, desde ya, se perfila como fuerte aspirante para disputar la final del campeonato.

Ya quedó en el pasado, los años donde las provincias daban como ganado el partido contra "Los Tortugueros", mucho antes de realizarse.

Un equipo rápido, de buen contacto y una defensa bastante hermética, ha sido la combinación perfecta para derrotar a Chiriquí en David, a Darién y a Panamá Oeste.

Con el bateo oportuno de Max Ayarza, quien se ha establecido como el motor productivo del equipo, con seis empujadas, e Irvin Montilla, que tiene el mejor promedio del equipo, de .636., todo le ha salido casi a la perfección a Bocas del Toro.

Pero todo esto no sería posible sin un director de experiencia, y quién mejor para esta posición que Rigoberto Blanco, un experimentado entrenador cubano que ha estado por más de diez años en nuestro país.

Lo importante es que ha sabido cómo combinar las virtudes y falencias del equipo, para mover con eficiencia cada una de sus fichas.

Hasta el momento, el eslabón más frágil de este conjunto ha sido su cuerpo de lanzadores, pero a pesar de eso tiene un respetable promedio de 3.24, al permitir 12 carreras, en 25 entradas trabajadas.

Hoy los bocatoreños tendrán una dura prueba al medirse a la fuerte novena de Herrera, en el estadio de Pesé, y buscan seguir escalando en la tabla de posiciones.

MEJORA

En los últimos años la provincia de Bocas del Toro ha tenido una gran evolución y han estado cerca de la clasificación.