"Una ayudita, por favor". Luis Carlos Quintero tiene 53 años y se levanta temprano para recoger limosnas en la entrada del supermercado Rey ubicado en la vía España.

Así transcurren sus días, dependiendo de la ayuda monetaria que le puedan brindar las personas, pues asegura que se le dificulta trabajar por las serias quemaduras que tuvo en su mano derecha y que produjo que le amputaran los dedos.

Contó que el accidente ocurrió cuando tenía 19 años, él estaba jugando con electricidad en Gamboa cuando sufrió una descarga de 12 mil voltios. "Eso fue cosas de muchacho, por estar inventando, mire lo que me pasó", comentó. Pero no duda que Dios le dio la oportunidad para seguir viviendo.

A pesar de la precaria situación como vive, Luis dice que el Señor le da fuerzas para seguir adelante. Él asegura que puede realizar labores de aseo, por lo que pide a las autoridades que le den una oportunidad de trabajo para sobrevivir y llevar algo a su humilde vivienda ubicada en Curundú, y es que él sólo vive junto a una hermana llamada Lucía, quien está jubilada, pero lo que cobra no le alcanza para mucho.

Este señor no está alejado de la realidad del país, y mostró su preocupación por aquellos niños y jóvenes que se están convirtiendo en matones. "Hay que orar mucho por la salud de todos, que baje el índice de delincuencia y que ya no se pierdan los valores", concluyó.

QUIERE TRABAJAR

A pesar de su discapacidad, Luis dice que puede realizar labores de aseo como barrer.