Siempre tienen clientes. (Foto: ARNOLDO ZEBALLOS. /EPASA)
Yanelis Domínguez
| DIAaDIA
Han dado el primer paso. Después de estar por años en Panamá, la colombiana Judith Bru y su amiga panameña Ángela Flores decidieron vender comida de manera ambulante en las calles.
Mientras la señora Judith anda de viaje, su mano derecha se encarga de que el negocio prospere, por lo que desde muy temprano se levanta a buscar en las fondas donde le venden más baratas las comidas por docenas.
Al conseguir sus comidas, toma un taxi y se dirige antes de las 12:00m. a la bajada del puente ubicado en el Hospital de Especialidades Pediátricas, donde sus clientes generalmente son los empleados y pacientes de la institución.
AUNQUE HAYA DIAS MALOS
En los días en que la quincena está lejos, las personas casi no compran la comida o les piden rebaja, lo que complica su trabajo y baja sus ganancias, pero a pesar de todo, ella siempre les explica a los clientes que si baja los precios, ella pierde y después no puede ayudarse con sus necesidades, que son muchas, debido a que está sola en el país y tiene que luchar duro para su supervivencia.
UN NEGOCIO PROPIO
Judith y su amiga tienen grandes deseos de superarse, al punto que están ahorrando para más adelante tener su propio negocio y poder tener una mejor posición en Panamá, además de extenderse por varios puntos del país.
MANTIENE NORMAS
Esta trabajadora es consciente de que el lugar donde está no es la mejor posición de ventas, pero a pesar de esto, ella guarda todas las medidas higiénicas, pues para ella es importante cuidar la salud de los clientes.
APRENDER
Un buen día y una sonrisa es lo ideal para atraer a los clientes, dijo la pequeña comerciante.