
Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
FOTOS: ROBERTO BARRIOS
Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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Aurelio estaba sorprendido con todo lo que pudo ver en su paseo por la ciudad de Panamá.
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En un lento proceso, debido a su estado de salud, los agentes del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) lo subieron a un auto, que fue su limusina para esta gran travesía
Antes de partir, con un tono de voz fuerte, a pesar de sus 98 años de edad, dijo: “De todas las cosas que quiero visitar, la principal es pisar la mencionada Cinta Costera y conocer lo que es un metrobús”.
Así comenzó su recorrido. Como un niño pequeño, Aurelio no se despegaba de la ventana, sus ojos brillaban de la emoción cuando pasó por el Corredor Sur y vio esta obra que une a diversas comunidades que antes debía ser cruzada en canoa o en caballo, aseguró el abuelo; luego observó los grandes edificios de la Avenida Balboa y, en tono chistoso, dijo: “Yo no quisiera vivir allí, me daría miedo”.
La llegada a la Cinta Costera fue emotiva, pues manifestó que moriría feliz, ya que su sueño de estar en ese lugar se cumplió.
Frente a una de las fuentes, los miembros del Senan y una enfermera del Centro de Atención de Ancianos en Las Mañanitas, Aurelio recordó que unas pocas veces había visitado El Terraplén; pero hoy que lo vio ya no lo reconocía de tantos cambios y al pequeño espacio que lo han reducido; pero eso fue hace más de 50 años.
Pasadas las horas, el señor ya sentía el cansancio del recorrido, por lo que lo llevaron al auto y luego a un almuerzo en el que pudo degustar de platillos nacionales y de un vaso de malta, que según él, es su bebida preferida.
Hace una semana, DIAaDIA llegó al Centro de Atención de Ancianos y apostado en una silla encontró al señor Aurelio, quien después de minutos de conversaciones, pidió que antes de morir o cumplir sus 100 años, le gustaría recorrer su país.
Así fue como gracias a la publicación de DIAaDIA y el Senan, este abuelo cumplió su gran sueño.
Ricaurte Castillo, miembro del Senan, dijo que esta es parte de la labor de la entidad y que hacer feliz a este abuelo era tan sencillo como realizar un paseo y ellos lo hicieron con gran emoción, pues todos tenemos seres queridos de esa edad que deben ser amados, valorados y respetados.