El recuerdo de un líder nato y un valiente guerrero, no se borrará de las memorias de todo aquél que conoció a Isaías Santos Luzcando, un panameño de 29 años, que formaba parte del ejército estadounidense, y quien murió en el cumplimiento de su deber. Para Isaías, la batalla contra el terrorismo no era exclusivo de una nacionalidad, era un problema mundial, y haciendo uso de todo su esfuerzo y coraje, aportó su grano de arena para que todos pudiésemos vivir en un mundo seguro.

Tal fue el amor que Isaías dedicó a su carrera militar, que entre algunas de sus condecoraciones se encuentran la Cinta por el Servicio en el Ejército, Medalla por Servicio en la Guerra Global Antiterrorista, Medalla por Buena Conducta del Ejército y la Medalla del Ejército por Logros Alcanzados.

En su última visita a Panamá, el pasado octubre, Isaías avisó a su madre sobre el viaje a Irak. Conociendo el riesgo y las responsabilidades que ello implicaba, éste le dijo que si en algún momento un soldado llegaba a la puerta de su casa, entendiera el mensaje, pero que no se preocupara, pues habría terminado su vida feliz, en el campo de batalla. El presagio resultó cierto, Isaías murió el pasado 26 de diciembre, cuando el helicóptero en el que viajaba se estrelló con otro.

Su familia aún no supera la pérdida de Isaías, a quien califican como una persona feliz y hombre orgulloso de pertenecer al ejército. Con esto, la familia Santos y Luzcando, hacen un llamado a la sociedad, "para que valoren el precio de la libertad y así apoyen a los que por nosotros, se encuentran en el campo de batalla arriesgando sus vidas".

PASION

Uno de sus fuertes era la aviación. Isaías era un destacado piloto de helicópteros Apaches.