La presencia de personas en completo estado de embriaguez, acostados en plena calle y haciendo algunas necesidades fisiológicas se ha convertido en una malsana costumbre que está afectando a los residentes de la Calle Cuarta, empresarios y a las personas que esperan bus hacia otras barriadas de la ciudad de Santiago.
El veragüense César Brugiatti, dijo a este medio que el problema ha sido presentado en muchas ocasiones a las autoridades de este distrito, que permitieron la apertura de cinco cantinas a menos de 100 metros de donde está la dirección regional de Educación, oficinas, una piquera de buses y, como si fuese poco, el paso de cientos de personas, incluyendo niños.
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