La clave es el amor. Para construir un futuro mejor para los niños, basado en la responsabilidad y el trabajo, los padres y maestros de la escuela multigrado de Majara, en Lídice de Capira, cada año les enseñan cómo trabajar el huerto escolar.
Ayer, entre todos, celebraron su primera cosecha del año. El arroz que sembraron y que cuidaron con mucho esmero y amor, rindió sus frutos. Para mostrar su agradecimiento al Creador por haber permitido una gran cosecha, la profesora Isabel Medina, directora de la escuela, invitó a las autoridades de Educación de la región y a la actividad de corte de arroz a otros educadores y, por supuesto, a DIAaDIA.
Al llegar a la escuela de Majara y ver tanto movimiento, recordé las fiestas patronales de mi pueblo, gente de aquí para allá, unos maravillados por la novedad y otros alegres por festejar.
Frutas, bailes, empolleradas, sombreros, en fin, una gran fiesta, fue lo que disfrutaron los invitados y una gran experiencia se llevaron, al palpar el trabajo que realizan padres, maestros y niños.
Al final, todos se fueron felices, pues llevaron naranjas, papayas, entre otras frutas para disfrutar en sus casas y porque las bodegas del comedor infantil quedaron repletas de arroz.
ARROZ
Es uno de los principales productos de la granja escolar, pues es parte de la alimentación de los niños.
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