Exponerse demasiado a los rayos UV puede hacer mutar el material genético y transformar una célula normal en cáncer.
Zulema Emanuel
| DIAaDIA
Playa, brisa y arena son los principales elementos de la naturaleza que las personas disfrutan en esta época sin tomar en consideración el daño que puede provocarse a largo plazo, si se expone al sol indiscriminadamente.
El sol es uno de los factores que contribuye al rápido envejecimiento de la piel, riesgo que algunas personas ignoran, pero que muchas sí conocen. Broncearse significa aumentar el deterioro cutáneo.
El dermátologo Raúl García De Paredes, de los Consultorios Clínica Paitilla, explicó que la piel tiene memoria de todo el daño que se le hace, y si la persona, desde pequeña, toma sol indiscriminadamente, cuando llegue a una edad adulta puede sufrir de cáncer.
Mencionó que el uso de protectores solares va a depender de la tez de las personas. Indicó que entre más claras necesitan más protección solar porque tienen menos melanina y son más propensas a sufrir enfermedades de la piel, aunque las de tez más oscura también necesitan protección, no importa que tengan un alto contenido de melanina en su piel.
Expresó que hay algunas personas que sufren de piel rosácea, es decir, que el mínimo calor que tome su piel se torna color rosa. Estas personas deben tener mucho cuidado y evitar prolongarse demasiado al sol, además de que no pueden permanecer por mucho tiempo asando en barbacoa porque el calor también les afecta.
La mayoría de las personas olvidan colocarse el bronceador en las orejas y esta es una parte del cuerpo que también se debe proteger, afirmó el dermátologo.
Además, las personas calvas no deben olvidar colocarse el protector solar en esta área y utilizar gorra.
El dermátologo recomienda que las personas de piel seca deben usar protectores solares en crema, de acuerdo a su PH, mientras que los que tienen de piel grasosa pueden usar bronceadores en gel, atomizador o en crema.