Los factores de protección solar únicamente ofrecen un incremento en el tiempo de tolerancia a los rayos solares, pero no anulan, en general, los efectos del sol en su totalidad.
Deben aplicarse de 30 a 45 minutos antes de exponerse al sol y ser eliminados por el sudor y el agua. Por ello, se deben de poner frecuentemente y, sobre todo, después del baño. Hay que tener en cuenta el tipo de piel que se tiene para escoger el adecuado.