Para los devotos del Santo, el agua y los algodones les han concedido muchos milagros.
Elena Valdez
| Coclé, DIAaDIA
Con fe, aplausos, alegría y hasta llantos, cientos de personas participaron del acto del lavatorio de los pies del Cristo de Esquipulas de Antón.
La ceremonia inició con una misa a las 12:00 del mediodía en la Iglesia de Antón, que estuvo repleto. Una vez finalizada la misa, el padre Esaúd Estrada ordenó que bajaran al Santo para realizar el lavatorio de los pies y la entrega del agua bendita.
La multitud estaba deseosa de pasar, pero por seguridad del Santo, se hizo un cerco para que el sacerdote realizara el acto.
Una vez el Santo fue lavado, los devotos limpiaban el cuerpo y los pies con algodón, el que consideran milagroso; luego un grupo de mujeres procedió a vestirlo como es ya una tradición. Una vez el Santo fue limpiado y vestido nuevamente lo subieron al santuario, donde una de las devotas autorizadas colocó el sudario con los milagros correspondientes.