
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Exaltando nuestras tradiciones.
Al final hubo una gran tuna con tamborito.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Exaltando nuestras tradiciones.
Al final hubo una gran tuna con tamborito.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Exaltando nuestras tradiciones.
Al final hubo una gran tuna con tamborito.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Exaltando nuestras tradiciones.
Al final hubo una gran tuna con tamborito.
Unieron sus vidas Martha Castro, de Macaracas, y Aldo Ábrego, de La Chorrera.
Exaltando nuestras tradiciones.
Al final hubo una gran tuna con tamborito.
La celebración de los Reyes Magos en Macaracas, provincia de Los Santos, fue bendecida ayer con dos sacramentos: un matrimonio campesino y el bautizo de ocho niños siguiendo la tradición del lugar.
Con la unión matrimonial al estilo campesino, entre Martha Castro, oriunda de Macaracas y Aldo Ábrego, de La Chorrera, inició la santa Eucaristía en honor a los Reyes Magos, una celebración que cuenta con 192 años de celebrarse en la región de Macaracas.
La novia, ataviada con una pollera blanca y tonalidades pasteles, fue acompañada por un ramilletes de 16 damas vestidas con la pollera montuna santeña, mientras que los varones utilizaron camisas estilizadas, con diseños marcados, zurcidos y calados.
Antes de terminar la ceremonia, se procedió con el bautismo de los niños, en medio de un ambiente festivo-folclórico.
Es preciso indicar que el padre Orlando González, párroco de la iglesia de Macaracas, aprovechó la oportunidad para anunciar que a finales de este mes de enero, iniciarán la construcción del retablo mayor de la iglesia, gracias a las recaudaciones que han realizado, entre ellas, rifas de automóviles.