La destreza y la habilidad son la clave para desempeñar este oficio. Cualidades innatas en Basilides "Base" González, un interiorano que sube palmas de coco como si fuesen una escalera.

Aunque se dedica a la agricultura en el río Parita, en sus días libres se convierte en un trepador de palmas. Actividad que incluye descargar, limpiar palmeras y, en ciertos casos, hasta tumbarlas.

"Base", como popularmente es conocido, empezó a subir palmeras a los 13 años en su comunidad natal, "La Desbarrancadera" en Las Minas. Para ese entonces, lo hacía para refrescarse con el agua de la pipa. Sin embargo, con los años, adoptó este oficio como otra forma adicional de captar ingresos.

Para su fortuna es el único subidor de palmas que hay en la comunidad de La Arena, lugar que adoptó hace 16 años como su hogar.

"No es difícil subir una palma, sólo hay que intentarlo". Lo único que no sabes es lo que te encuentras arriba, desde zorras, culebras y las peligrosas moscas multas en sus congos", dijo.

TECNICA

Para subir estos colosales árboles, se descalza para llegar a la copa de la palma sin otra ayuda que la callosa superficie de la planta de sus pies, y como herramientas indispensables están su machete y una soga de 16 brazas.

Pero lo más impresionante es que a sus 40 años sube de cabeza, con la misma facilidad que de la forma normal.

En un mediodía logra descargar hasta 42 palmeras y la más alta fue una de 65 pies de alto, que para tumbarla tuvo que hacerlo por pedazos.

Tiene dos hijos, sólo el mayor ha heredado esta habilidad que no hace a menudo. Como "Base", muchos interioranos utilizan su ingenio para conseguir un dinerito extra.