Si le dieran la oportunidad a este bohemio de describir el paraíso obviamente digo que es ¡Panamá!
Panamá, que ha luchado por la libertad y el sosiego de sus vástagos a comienzo de siglos.
Esos guerreros derramaron su sangre para pelear contra gobiernos extranjeros que de nuestra patria querían abusar.
Recíprocamente que ellos, plantaré mi semilla y sé algún día florecerá, el nombre de Panamá se proclamará y jamás América lo olvidará.
Cuando oigo en el pabellón esa sublime canción, las notas del himno nacional penetran directamente en mi corazón.
La bandera tricolor estrellada, azul, blanco y rojo ubicada en la punta del Cerro Ancón que nos recuerda el amor fraternal.