Era un día normal en la vida de Jaqueline Vásquez, de 40 años, quien dedicaba su vida a educar a niños, especialmente, en la cátedra de inglés. Había salido de su casa en compañía de su esposo, Boris Ortega, de 38 años, quien decidió que ella tomara el volante, mientras él descansaba un poco.
LA FALTA DE PRECAUCION
Mientras se acercaban a la vía Ricardo J. Alfaro, procedentes del sector Oeste, a la "mula" con placa 438758, se le recalentó el motor. Cargaba arena. Su conductor, Alexis Batista Pineda, de 20 años, decidió suspender la marcha e ir en busca de agua. Nunca apagó el motor, aún encontrándose en una pendiente. El peso de la carga provocó que el camión empezara la marcha hacia atrás, el flujo vehicular era constante, pues poco faltaba para las 8 de la mañana. En su trayecto chocó primero a un pick-up (Toyota con placa 849657), luego una Patrol (placa 547337) después al Nissan Frontier (placa 937764). Al hacerse la curva más pronunciada, el vagón se descarriló, volteándose justo en que el vehículo Hyundai (placa 512039), manejado por Jaqueline, venía pasando.
NO LE DIO TIEMPO
Todo pasó muy rápido. El vagón cayó encima del auto dejando a la pareja prisionera y sepultados en la arena. Los conductores decidieron ir en su ayuda y comenzaron a escarbar, pero no se pudo sacarlos sin ayuda, pues el carro quedó aplanado.
Era imposible no oír los gritos de Boris: "ayuden a mi esposa, ayuden a mi esposa". La labor demoró un poco. Una grúa tuvo que quitar el vagón, luego con la pinza hidraúlica se logró levantar la lata del carro, pudiendo rescatar a Boris, quien fue trasladado a Complejo Hospitalario de Caja del Seguro Social de la Transístmica. Jaqueline no resistió y murió en el lugar.
EL DOLOR ES INDESCRIPTIBLE
Familiares esperaban en el lugar con la fe de recibir una buena noticia, pero no se dio.
Sin poder abrazar a su madre quedaron dos niños; uno cursa el 6º grado y otro 7º grado. El sentimiento de culpabilidad también embarga a su esposo.
Ayer, Jaqueline debía asistir a su trabajo, el Centro Cultural Chino panameño, donde laboraba como maestra en la sección primaria. Ella debía dar unas clases especiales de inglés.
SIN LA DEBIDA EXPERIENCIA
Una persona legalmente capacitada para conducir un camión articulado, nunca es menor de 25 años, a diferencia del conductor de la mula, Alexis Batista, quien sólo tiene 20 años.
Aparte de esto, está la falta de precaución que tuvo al detenerse primero en una pendiente y luego la ausencia de señalizaciones exigidas por la Autoridad del Tránsito, como los triángulos y las cuñas en las llantas.
Batista fue conducido por las autoridades para tomar sus declaraciones. Asimismo, todos los conductores afectados.