Unos macacos (monos) se bañan en las aguas termales de uno de los balnearios conocidos como "onsen", de Jigokudani, en la provincia de Nagano, en el noreste de Japón. Algunos onsen disponen de piscinas que tan sólo pueden disfrutar los macacos japoneses, unos monos que no dudan en recurrir a las aguas termales para combatir la crudeza del invierno.