A partir de los ocho meses se puede llevar a los niños a la playa, pero dentro de un horario limitado. Por ejemplo, de 9 a 10 y media de la mañana y por la tarde después de las 5. Así los protegerá de los rayos de sol más dañinos y peligrosos.
Los pequeños disfrutan mucho jugando con la arena, pero procure que estén en todo momento bajo una sombrilla. La arena también refleja las radiaciones. Por esta razón, mantenga a su hijo siempre vestido con una camiseta de algodón y una gorra.
Usar crema protectora en los bebés y niños. Elegir una crema con un factor protector superior a 30 y que sea resistente al agua.
Debe aplicarla en todo el cuerpo, incluyendo la nuca, los pies, manos, y orejas, por lo menos media hora antes de ir a la playa.