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| Olvidados. A pesar de que el 9 de enero es una de las fechas más importantes en el calendario, los mártires que aún viven se sienten que han sido olvidados por completo por el resto de los panameños.
Tal es el caso de Claudio Márquez, quien fue herido en el estómago la mañana del 10 de enero de 1964. Con un intenso brillo en los ojos, dijo que el pueblo panameño no sabe lo que es una gesta patriótica, mucho menos de querer a la bandera.
Márquez recuerda que el día de la revuelta tenía 17 años y estudiaba mecánica en la Escuela Artes y Oficios, pero debido a que fue gravemente herido no pudo cumplir su sueño de convertirse en un buen mecánico.
Su determinación por salir adelante no impidió que la bala que le destrozó los intestinos y que le puso al borde de la muerte acabara con sus ganas de luchar, pues con mucho esfuerzo ha hecho su vida.
Dignamente, él vive en una humilde casa en Bajo La Siesta en Tocumen, donde crió y educó a sus cuatro hijos. Lo que más le molesta es la ridícula pensión de B/30.00 mensuales que recibe y la ingratitud patriótica de los panameños.