Alfonso estará con sus amigos mártires. (Foto: ARNOLDO ZEBALLOS. /EPASA)
Jesús Simmons
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"De pergaminos no se vive". Sentado en el sillón de su casa, ubicada en la multi 4 de Santa Cruz, Curundú, el mártir Alfonso Mosquera, de 73 años, ve cómo la Gesta del 9 de Enero de 1964 se extingue poco a poco.
Con mucho dolor reclama que sólo se acuerdan de ellos cuando se acerca el aniversario de la gesta histórica. "El resto del año, nadie se acuerda de nosotros", dice Alfonso, quien perdió la pierna derecha, defendiendo la dignidad del emblema tricolor.
Él fue herido el 11 de enero de 1964, cerca del Hotel Tívoli, por donde queda el Smithsonian, en la Avenida 4 de julio, actualmente Avenida de los Mártires.
Un tanto molesto, halla ofensivo a la dignidad de los caídos la pensión que reciben, pues una persona no puede tener una vida digna con B/30.00 al mes.
Con el actual Gobierno, los mártires no han tenido ningún tipo de acercamiento, ya Alfonso se siente cansado de luchar para que le reconozcan lo que se merecen. Tan olvidado se siente, que este año ni siquiera lo invitaron a participar a ningún acto público para conmemorar esta importante fecha.