Colapsa vertedero

A pocos días de haberse iniciado el 2012, nuevamente colapsó el vertedero de la ciudad de Changuinola, en Bocas del Toro.

Los desperdicios están siendo tirados en la carretera internacional que comunica a Panamá con Costa Rica, por donde precisamente transitan a diario, cientos de lugareños y miles de turistas que van hacia el área insular de la provincia y otros puntos del país.

Los vecinos de Loma Brava, donde está situado el vertedero, deben soportar malos olores, la contaminación de las quebradas de donde antes sacaban hasta camarones, el humo tóxico que emana la basura cuando la queman. Los productos agrícolas ya no son vendidos como orgánicos por la contaminación, entre otros inconvenientes.

Esta tragedia ecológica y estética significa la vida para familias completas que se dedican a buscar metales, cartones, papeles, muebles viejos y hasta comida.

Pedro Ábrego, pepenador del lugar, dijo que cuando el día está bueno se hace hasta 30 dólares, clasificando y vendiendo lo que encuentra a su paso.

Se observa a hombres apartando basura con un pedazo de barra de acero, pero no solamente esta, también deben quietar de su paso a cientos de gallinazos.

Lorenzo Luis Baker, alcalde de Changuinola, había señalado con anterioridad que se buscan alternativas para construir un nuevo vertedero, mencionando un local cerca a la comunidad de Loma Muleto. Sin embargo, luego de anunciado el propósito del funcionario, residentes de siete comunidades aledañas cerraron la vía que conduce hasta Almirante, como parte de un sinnúmero de protestas por las pretensiones de construir el vertedero en ese lugar.