Asesinado para robarle


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En esta casa vivía Cristino y su familia.

  • Asesinado para robarle

    En esta casa vivía Cristino y su familia.

  • Asesinado para robarle

    Morales antes era ayudante de albañil.

  • Asesinado para robarle

    Cirila junto a una de las hijas de Morales; ella pide que se haga justicia.

    Fotos: R. BARRIOS/ E. LEMON

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    En esta casa vivía Cristino y su familia.

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    Morales antes era ayudante de albañil.

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    Cirila junto a una de las hijas de Morales; ella pide que se haga justicia.

    Fotos: R. BARRIOS/ E. LEMON

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    Morales antes era ayudante de albañil.

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    Cirila junto a una de las hijas de Morales; ella pide que se haga justicia.

    Fotos: R. BARRIOS/ E. LEMON

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    En esta casa vivía Cristino y su familia.

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    Morales antes era ayudante de albañil.

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    Cirila junto a una de las hijas de Morales; ella pide que se haga justicia.

    Fotos: R. BARRIOS/ E. LEMON

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    Morales antes era ayudante de albañil.

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    Cirila junto a una de las hijas de Morales; ella pide que se haga justicia.

    Fotos: R. BARRIOS/ E. LEMON

Jesús Simmons - DIAaDIA

Luchaba por su familia. En una humilde vivienda en Villa María, manzana 4, Alcalde Díaz, tres niños y su madre lloran la pérdida del hombre que se preocupaba por sus futuros.

Ese hombre era Cristino Morales, de 38 años, quien fue asesinado el martes en la noche de un golpe en la cabeza con un objeto contundente.

Morales era guardia de seguridad y al momento de su asesinato custodiaba una galera en construcción, ubicada al lado del restaurante Jap Jap de la avenida Cincuentenario.

Se presume que los homicidas del agente de seguridad lo mataron para robarle su arma de reglamento, pues no se encontraba en la escena del crimen.

Su sobrina Cirila González, de 23 años, lo recuerda como un hombre dedicado a sus hijos y a su esposa, ya que todo lo que ganaba era para ellos. “El domingo fue a mi casa a buscar a las niñas”, dijo en tono muy triste González.

Cristino había emigrado de La Palma de Veraguas a la ciudad capital en busca de un trabajo digno que le permitiera sustentar a su familia. Ahora tres niños y su esposa quedaron sin el pilar de la familia.

También queda una casa a medio terminar, mientras que los sujetos que le arrebataron la vida están prófugos de la justicia.

 
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